sábado, 14 de septiembre de 2013

RESEÑAS III. POETAS ESPAÑOLES









“LA QUIETUD” de SUSANA BENET
COMOARTES EDICIONES. México, 2013





Susana Benet ( Valencia, 1950) , es una de las mejores escritoras de haiku de España, conocida por su labor de difusión de este poema japonés  a través de la red  y por su constante labor didáctica en talleres de haiku. Es autora de los siguientes libros de haiku: Faro del bosque, (Pre-Textos, 2006; Lluvia menuda, (Ed.Comares,2007), Huellas de escarabajo (Editorial Comares,2011),  y numerosos  “libros de artista”, de tirada limitada, con acuarelas y haikus. Sus haikus están recogidos en las principales antologías de España como: Brisa del mar y Perro sin dueño  ( ambas de la Universidad de Castilla la Mancha (2007,2008), Poetas de corazón japonés  (Celya,2006) y Tertulia de haiku ,(El Taller del Poeta, 2007), así como en algunas obras colectivas  como el libro La muerte, (Ed. Krause, 2009), donde aparte de haiku, escribe poemas de estilo occidental.
En La Quietud, usa el formato poético español, en verso libre, con una excepción: incluye algunos poemas japoneses no-haiku, son unos hermosos tankas  o waka , precursores del haiku, sin dejar de sentirse en el resto del poemario la presencia de un hálito de  instantaneidad y de contacto con la naturaleza  propios del haiku, al mismo tiempo que de búsqueda de la belleza  que, simple, y al estilo del gran maestro Buson se manifiesta en todos ellos. Poemas hermosos, generalmente breves, en los que el magistral empleo de la síntesis derivada indudablemente del mundo haiku, provoca instantes poéticos de brillante esplendor, llenos de inmediatez y cotidianidad: “El gusano, en una noche,/ ha devorado el geranio./ El agua de las flores/ se ha corrompido. Manchas oscuras/ en las manzanas./ Tengo miedo/ de mirarme en el espejo.” dice en un poema en el que el suceso trasciende a enigma. En otros poemas la presencia de la naturaleza nos rodea con la emoción de su belleza: “ Luz serena de otoño./ Se aclara el cielo/ y es más leve el color/ de las acacias./…”; instantes sencillos llenos de plenitud: “…En el jardín, la brisa/ deshoja lentamente/un árbol solitario.” , como la proximidad de la tormenta: “ Se prepara un ejército/ de nubes por poniente./ Un negro semicírculo se cierne sobre el mar./…”, o el placer de la fruta del granado:” …Rota tu piel, el néctar liberado/ se derrama en mi boca/ y en su frescura vuelve/ otra vez a mis labios/ el perdido rubor/ de la inocencia.” O la emoción de los sentidos maravillosamente trasladada desde este “tanka”: “Sea tu espalda/ un firme acantilado/ para mis besos,/ violentos como olas,/ ligeros como espuma./”

Y se hace poema el deseo de paz, de serenidad, de gozo en la soledad: “ Cruzar la calle hasta el jardín,/ donde la fuente/ vierte su canto circular/ y el sol gotea mansamente / entre los árboles./ Huir./Buscar el sencillo consuelo / de un banco entre los sauces,…/…/”y el silencio: “ …Deja que te adormezca/ el leve zumbido/ de los insectos y que el canto/ monótono del agua/ fluya y descienda/ al fondo de tus huesos./…”  en un intento de identificación con la naturaleza que culmina en el poema que da nombre el poemario, “Quietud” : “Con qué fijeza el gato/ mira el árbol inmóvil/ tras la ventana/ ¿Qué remota quietud comparten ambos?/ Se adormece en el gato la madera./ Abre el árbol los ojos extasiados.”. Compenetración sensorial y anímica con la naturaleza que viene de una experiencia vital y profunda en esa brisa  que nos llega de Oriente, cargada de las raíces de su sabiduría: “Ser como el sol,/ adentrarme en el árbol,/ vibrar un instante/ y arder y fundirme/ para siempre en su sombra.”.

F.Basallote

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Brillantes y sosegados versos, ocn el ritmo lento del caminante que goza de los sucesos del camino, maravillas del mundo...

      Eliminar