viernes, 20 de septiembre de 2013

ARTÍCULOS. EL JARDÍN COMO PAISAJE ÍNTIMO EN LOS POETAS ANDALUCES











EL JARDÍN COMO PAISAJE INTIMO en los POETAS ANDALUCES

Es el jardín el paisaje más delicado, como una descripción del alma, por eso los poetas que lo describen lo hacen desde la más vulnerable sensibilidad, desde el silencio y la sombra interior encerradas  en ese particular paraíso. 

Cernuda es el poeta que más nos abre a la intimidad del jardín. En El árbol  escribe:

“ Al lado de las aguas está, como leyenda,
En su jardín murado y silencioso,
El árbol bello dos veces centenario,
las poderosas ramas extendidas
Cerco de tanta hierba, entrelazando hojas.
Dosel donde una sombra edénica subsiste.”







. Mientras que Romero Murube nos sumerge en la profunda  blancura de un patio, en su poema  Patio lejano, que parece un cuadro impresionista.

“ El patio de blanco blanco
 cuaja en la tarde caliente
todo el añil del ocaso.”,


Jardín recordado por Emilio Prados en su Juego de memoria:
“…
El jardín aletea sobre el verde crepúsculo
medio deshilachado por insectos y frutas.
Herido por el pájaro, huye sobre el reflejo
y en los flecos del agua se le enredan las lunas.
…”
Y sentido profundamente por Pedro Salinas en Fecha:

“…
¡Ay , qué tarde organizada
en surtidor y palmera,
en cristal recto, desmayo
en palma curva, querencia
….”

Jardín que a veces es un huerto, como el que canta Alejandro Collantes de Terán en Rueda de abril:
“…
Un naranjal
y un toronjil
y una hojita de cristal
para la niña de abril
…”

El jardín  se abre como íntima corola del silencio, en  Artemisa de  Manuel Fernández Calvo:

Un ramo de cerezas que la sombra custodie
pócima ponga y néctar a los pájaros.
En esa algarabía del silencio
donde la araña cuelga sus telares,
la artemisa fecunda...

 El  patio cordobés es cantado por Pablo García Baena, siendo extraordinariamente hermosas sus descripciones del jardín.  En Alma feliz dice:

“ Jardines de amatista, emergiendo sombríos
 con pálidos estanques y la perla del cisne…”,

 y es en el poema Córdoba donde la exaltación de ese pequeño e íntimo paraíso del jardín se nos hace tan presente:

“ Palpo el mármol, los fustes, las verdinas, sobre bronces ecuestres. Aromas como anillos ciñen nupcias, suben por galerías desvaídas: jazmín morisco, lilas, ajedrea.”

Otro poeta cordobés, Julio Aumente  nos transmite el instante del azahar en la geometría del boj en Cántico sin nombre.   :

“...Y otra vez los naranjos, están en flor y esparcen su perfume
 por los cuadros cuidados de bojes y arrayanes
formando laberintos y estrechos miradores....”

Aromas de la tarde, que Rafael Guillen nos descubre en Taracea
:
Entre nada, el aroma
de la celinda y la alhucema sube
del pequeño jardín picoteando
cada segundo, ahuecando el tiempo
poniendo cóncava la tarde....






©FRANCISCO BASALLOTE .

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