lunes, 18 de marzo de 2013

RESEÑAS III - POETAS ESPAÑOLES. Miguel Martinón, "Desde este otoño"



RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ESPAÑOLES
 
DESDE ESTE OTOÑO de Miguel Martinón










DESDE ESTE OTOÑO
Miguel Martinón
Ediciones La Palma. Madrid, 2008



Incluido en la denominada poesía  esencialista canaria, de la que es junto a Sánchez Robayna uno de sus más dignos representantes, Miguel Martinón  (Tenerife, 1945)  ejerce la docencia en la Universidad de la Laguna a la par que junto a su labor creativa une una intensa actividad crítica.


Mucho se ha hablado de la esencialidad canaria como fenómeno colectivo en el que sin duda influye no sólo la insularidad sino el propio espíritu de esa insularidad con su conglomerado de particularidades lingüísticas, históricas, culturales, medioambientales  que la convierten en un caso especial de esta poesía a la que poetas como Martinón le han dado una fuerza y un dominio de los sentidos que se abren al calor y a la templanza de una tierra tan cercana al paraíso.


Poesía tan próxima a las fuentes mas prístinas de la lengua, de donde mana lujuriosamente fértil y  abierta de flores, de mares, de estrellas , de un mundo feliz detenido en la observación del poeta que no siente sino que observa su sentimiento como aproximación a la verdad más pura.


Desde este otoño es un libro completo, que nos trae registros diversos en un lenguaje cuidado donde los juegos de palabras son como una escala “in crescendo” de emociones:  “…mirar de nuevo el aire, que se abría/ como si fuera otro aire/ dentro del tiempo,/ de aquel tiempo que se me abría/ hondo dentro del aire…”, imágenes enormemente plásticas y sugerentes: “ Aquí, hoy, en el esplendor/ de esta tarde,/ los pájaros que caen graves/sobre teclas de augusto mármol/ o se alzan en notas ávidas/ sobre el remate de las tumbas…” , originales sinestesias: “…no cabe entrar en ese olor distante de topacio frío…” en una exhuberante demostración de vida, o evocando a Baudelaire  de “lujo, calma y voluptuosidad”


Tiene Desde este otoño siete partes: De esta jornada, Acá llegando, A la altura del agua, Espacio el aire, En la luz nativa, Del lado de Isogue y  La mano del agua.  De ellas De esta Jornada, Espacio el aire y La mano en el agua son contundentes  poemas unitarios, algo así como tres etapas de la emoción que muestra en todo su esplendor: tiempo, espacio y elegía.


De esta jornada es puro deshacerse el tiempo en los innumerables instantes del goce de la luz, del aire, del mar, del vivir, desde la madrugada a la noche, el camino del día, lento y gozante: “ …Viene ese aliento largo y húmedo/ y llena el pecho de la madrugada/ y deja que la piel recuerde/ aquel primer escalofrío…”  “..En el patio amanece el sauce/ que se obstina en su ser…”  “ Se afila ya la luz y penetra callada” , “ El tiempo se hace luz y aire/ en el tenue temblor de la palmera..”  “El día pide sólo un nombre/ sólo reclama una palabra/ que afirme esta claridad…”” El alma de la noche/ propaga ya sobre la isla/ el soplo de su incertidumbre..”  Tan solo la luz es el impulso de la vida, la certeza, llega con la noche la incertidumbre….


Espacio el aire es el retorno: “Aún puedo volver/ pisar de nuevo aquellas plazas/ recorrer estas calles/ acaso para despedirme…” Retorno a un paraíso perdido : “De los montes nacía/ allí empezaba el aire..”, “ Siempre era húmeda / la llamada del bosque/ los dedos que venían a palparme la frente…” ,el tiempo ha pasado pero: “ Puedo ver esos rostros y oír aquellas voces/ que ya no nacen con el día/ que ya no acuden al repique/ de las campanas/ cegados por la cal…”,  “…Vuelvo a palpar la piedra de los muros,/las hojas ásperas/en los cañaverales..”   “ …atravieso de nuevo/ el olor del magnolio,/…../ en esta nueva ofrenda de la palabra,/ acaso como despedida.”


La mano en el agua es la elegía simultánea del tiempo y del espacio, de la vivencia: “..Ciudad tan próxima y tan lejana/ puedo verte a través de las palabras,/ que vuelven al nacer el día/ oírte desde dentro y desde fuera/ inestable en el filo de la hora…”/,   “ Te veo desde fuera y desde dentro/ te veo entre la lava y la palmera…”   “..y te llamo y te oigo,/ oh ciudad de los flamboyanes,/ por los mares sin bordes del insomnio,/ cuando la luz callada llega hasta esta hoja,/ hasta los ojos que la leen/ y todavía pueden verte.” 


Acá llegado es a la vez que un recuerdo personal de París: “Quizá alguien que fui/ pudo pensar alguna vez/que un día cruzaría el Pont des Arts..”, es un homenaje a Vallejo en Montparnasse : “Acá llegado, te dijera/ Vallejo de las Américas terrestres, / que por toda la madrugada insomne/ y todavía esta tarde/ por el rumbo de Montparnasse…” y un encuentro  consigo mismo idéntico al de las reencontradas palomas que llegan al hotel: “ Ahí están las dos palomas/ que también hoy han acudido/ al patio del hotel…”


En las restantes partes, sin perder la unidad , en poemas sutilmente elaborados, ahondando en el leguaje en búsqueda de una música  en la reiteración de sonidos que unida al extremo uso de la luz nos eleva a una experiencia única  casi mística, en la que todo emana y todo converge en la luz y en el azul del mar  “ ..hacia ese azul  sin límites/ azul  lleno de tiempo y de deseo/ que las manos no saben abarcar…”.


Un bello libro que desde luego está escrito Desde un otoño que la dulzura del clima atempera y enjoyece con la riqueza de una poesía deliciosamente perfecta. 


©F.Basallote 
Publicado en Papel-Literario, 12/08/2008


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