martes, 5 de marzo de 2013

RESEÑAS II - POETAS HISPANOAMERICANOS. L.Pérez Oramas, "Prisionero del aire".



RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS HISPANOAMERICANOS

"Prisionero del aire" de Luis Pérez Oramas

















NUEVO DESCUBRIMIENTO DEL MUNDO

Sobre "Prisionero del aire" de Luis Pérez Oramas

Pretextos, Valencia, 2008










En la presentación de la Exposición retrospectiva del pintor venezolano Armando Reverón, en el MOMA , el comisario de la misma y curador de Arte Latinoamericano del  importante Museo neoyorquino, Luís Pérez Oramas ( Caracas, 1960)  decía: “ Mirar el mundo podía ser una experiencia desconcertante” y en una entrevista en El Universal decía  a la pregunta de cuál había sido su mayor éxito: “ El logro más grande podría ser que mi último libro de poemas “Prisionero del aire”,… editado en España … que es mi sueño…”. Y ese libro, en el que el poeta escribe la desconcertante experiencia de mirar el mundo, se abre a nosotros en un emocionante descubrimiento.





Y este descubrimiento es quizás desconcertante porque es una lúcida mirada en el tiempo, el recurso de revivir la emoción olvidada, el gozo yacente en su ceniza , el aire que aprisiona la memoria, en el deseo de recuperar la fragancia y las músicas primordiales de lo que pudo ser paraíso: “ Que repita el cuerpo / sus olvidos/ que de nuevo traiga en sus senderos/ la unción matinal del eucalipto/ los arándanos, los jazmines de agua/ el vino acariciando la piel dulce/ de los higos y la espera.” Dejando clara constancia de la experiencia vivida, de ese mundo encerrado en la memoria de las cosas: “Las cosas tienen norte/ en la huella que dejaron.”





En el rastro de esa experiencia “El mundo se mueve por murmullos/…” Es materna la música que mueve/ las aguas del mundo, las aguas del amor/ las aguas.”, y el poeta necesita y dice : “ Yo quisiera caminar de nuevo/ los senderos de la vida umbría/ volver a andar hacia la arena de los altos muros/…” , caminos que recorre con un cargado equipaje: “ Traigo en mi vejez adormecida/ animales de amor, pájaros/ henchidos de inquieto orgullo/ que cada tarde desvanecen con las tardes/ cada noche con la sombra/ del viento que mece nuestros cantos.” y un deseo de que ese mundo nuevo se construya sin sombras, con la luz inocente de los inicios en el que “ Será el mar sólo su espuma/ sin que haya Dios o mensajero/ alado ni ángel alguno que lo explique./ Será su canto sin canto como oleaje/ una música añadida…” y “…entre ramas florecidas/ con el olor de las magnolias/ tilos húmedos, pan/ verde y oro de la leche en las mañanas/ entre manglares secos, sales, cuerpos/ efímeros como el amor…” llegando a ser: “ Prisionero del aire, ahora estás en su silbido/ que te aturde, / y en la urdimbre callada de los tiempos/ nada te sostiene: /sólo la voz que te llama a caminar / sobre la espuma…”





Hermosa poesía trascendida de evocaciones íntimas y  a la vez envuelta en el ámbito de una magia sorprendente  en el descubrimiento de un mundo en el que las palabras reconstruyen una vez más la historia  perdida del hombre.







©F.Basallote

Publicado en Papel Literario, 20/03/2009




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