lunes, 11 de marzo de 2013

RESEÑAS II - POETAS HISPANOAMERICANOS. Pedro Lastra, "Baladas de la memoria"



RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS HISPANOAMERICANOS
BALADAS DE LA MEMORIA, Antología  de PEDRO LASTRA
























“Y LA MEMORIA COMO EL MAR, INCESANTE…”:A propósito de BALADAS DE LA MEMORIA, Antología  de PEDRO LASTRA  
Selección de Irene Mardones y Miguel Gomes.
LA CRUZ DEL SUR. PRETEXTOS. Valencia, 2010

Pedro Lastra es un poeta chileno que por su ausencia de su país durante mucho tiempo y   por la dedicación a la docencia “en tierra extranjera”, como a él le gusta decir, ha sido un poeta de minorías , hasta el punto que esta edición antológica , en selección de su compañera Irene Mardones y del joven poeta y crítico venezolano Miguel Gomes, es la primera que se publica  en España . La selección se ha realizado para ampliar ese reducido espacio , animados por su convicción de que esta poesía rigurosa y exigente merece una difusión mayor, como lo pedía el poeta Gonzalo Rojas hace unos años al concluir su presentación de un libro de Pedro Lastra:“.. lo auténtico es oír en esta voz lo insondable de la otra voz: la de la poesía-Poesía, y celebrar en ella el desapego, el despojo, la cortesía del recato.”  A este respecto, el crítico Mario Amadas dice: “… entiendo que su escasa repercusión se debe a motivos completamente extra-literarios. No sé si tendría que estar ahí, con los grandes vivos de América Latina, con Gonzalo Rojas, con Nicanor Parra, con Ernesto Cardenal, con José Emilio Pacheco, con Juan Gelman, pero sí sé que es un poeta sólido y ojalá sus libros vayan llegando lenta, imparablemente a nuestras librerías. Ganaríamos su poesía y su conocimiento.”


 Pedro Lastra nació en Quillota, Chile, en 1932. Entre 1972 y 1994 fue profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook, de la que es profesor emérito desde 1995. Es miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Actualmente dirige los Anales de Literatura Chilena de la Universidad Católica de Chile. Sus libros de poesía son Traslado a la mañana (1959), Y éramos inmortales (1969), Noticias del extranjero (1979), Canción del pasajero (2001) y varias antologías publicadas en México, Venezuela, Grecia, Colombia, Ecuador e Italia. De 1980 son sus Conversaciones con Enrique Lihn y de 1981 Una antología de estudios sobre Julio Cortázar. Ha reunido sus ensayos y notas críticas en Relecturas hispanoamericanas (1987), Leído y anotado (1998) e Invitación a la lectura (2001).Sobre su poesía dijo el poeta en una entrevista: “Tengo una tendencia a la concentración, procedo por concentración y sobre todo por eliminaciones. Le tengo mucho temor a la palabra vacío y pongo muy a prueba eso revisando y no vacilando en sacar lo que pienso ya no dice nada. Dicen algunos amigos que esto puede convertirse en una manía que lo condene a uno al silencio, pero creo que vale la pena correr ese riesgo si se logra formular alguna idea o vivencia poética que pueda tener significación para los lectores. Que se sientan acompañados.”!  Miguel Gómez  la define: Llena de exilios, reinos desaparecidos, pérdidas diversas, hay en la poesía de Pedro Lastra rastros de una melancolía perseverante. Esta podría asociarse con un vago romanticismo; tal impresión, desde luego, sería falsa, no solo por la disciplina y la restricción "clásicas" de sus versos”

Consta Baladas de la Memoria  de 86 poemas, ocho de ellos inéditos. De acuerdo con el título, la memoria es el tema nuclear de estos poemas. El recuerdo de su Chile natal “Mi patria es un país extranjero, en el Sur/ en el que vive una parte de mi/…/  A veces yo recuerdo el país en que nací/ y veo como siempre/ sucesivos fantasmas/…”   encierra en su leve nostalgia una especie de crítica velada. En realidad hay en esa nostalgia un  cierto reproche. Así en el poema que abre el libro, “Mano tendida” , dirá: “ ¿Quién te exilió de mí, o me exilié yo mismo/  como de mi tierra?” .. Y esa memoria  desciende hasta los tiempos primeros: “…estoy solo en la casa,/ mi padre mira un árbol en el patio,/ las flores,/ pienso en la primavera y sé que es Chillán…”,  y aquellos días que tiempo después revivirán: “ …Hablaremos sentados en los parques/ como veinte años antes,/ indignados del mundo,/…”. Hay también una invocación a ese tiempo y las frustraciones de su imposible retorno: “Recuerda, pues, recuerda/ que a la vuelta de las estaciones/ tú serías mi principio de realidad, / y no hubo estaciones ni regresos,…”. Memoria siempre vigente: “De su memoria sale…./ …/ Abres la puerta de su memoria/y entonces sales tu…”,  “ Y la memoria como el mar, / incesante, instantáneo…”

Y esa memoria se hace elegía: “Hace justo diez años/ Javier Lentini y yo éramos inmortales…”,  y tiempo y nostalgia hablan del maestro Ricardo Latcham : “ Todo es cuestión de tiempo, como se dice,/ para encontrarlo a Vd., también como se dice,/ a la vuelta de la esquina. Entonces /el discípulo y el maestro seguirán dialogando…” o de los amigos: “… Enrique Lihn, amigo de mis mejores días/ (esos que no llegaron)/ qué puedo hacer por fin/ para encontrar el reino que solo el sueño crea…”, “ Yo digo Roque, Roque,/ y empieza esta función como en un cine continuado/…”.Elegía que a veces deja transitar el dolor: “Deja pasar los años, Víctor Jara, / en el tiempo que viene/ nadie recordará/ al oscuro hombrecillo que ordenó que murieras…”. El tiempo, ese factor elemental de la memoria, con el que la elegía y el recuerdo traban la inconmovible presencia de lo pasado es asimismo factor primordial en esta poesía: “ El futuro no es lo que vendrá/ (de eso sabemos más de lo que él mismo cree)/ el futuro es la ausencia…”, “ Y vinieron los días/ ajenos a sí mismos, / y de nuevo el destello…”. Tan presente la fugacidad y el juego verbal de su contrario: “Y éramos inmortales. Nuestras flechas/ daban justo en el blanco…”

Y el amor, el tiempo del amor, ocupan  un lugar primordial  en los versos de Lastra; mas de una forma singular, dotando al poema de una honda perspectiva en la que espacios y tiempos se entrecruzan en una labor que huye del vacío. En solo dos versos, una definición: “Dolor de no ver juntos/ lo que ves en tus sueños.”  .La hermosa elaboración  de la ausencia: “…nunca eres más bella que cuando sé que eres/ la que no está conmigo…”, “ Tu nombre es  tan hermoso como el vuelo de un pájaro/ que abandonando el dulce refugio de sus árboles/ se perdiera en el mar llenos de alas/ que le inventó la noche por amor.” , “…cuando el viento derrama/ tu cabellera sobre mi memoria.” y la enjoyada espera : “Mientras espero tu llegada/ las aves sobrevuelan el jardín silencioso/ ellas también te esperan/…/ y te veo venir por un claro del bosque/ junto al agua real…” y el encuentro, felizmente cantado: “… la rosa de tu cuerpo,/ tan viva,/ desplegada/ latiendo en cada uno de mis cinco sentidos.” y anclado en el deseo de su eternidad  en dos sencillos y hermosos versos: “ Quiero ser inmortal/ para seguir amándote.”
 Una poesía  fundamentalmente concisa, con la medida exacta de las palabras precisas en una austeridad  de la que Gonzalo Rojas  dijo : “…hoy lo raro es una palabra así, como la suya, donde no hay sílaba que no se justifique en el ejercicio magistral …” , simple y sencilla “cortesía del recato”, demostrando  en este magisterio el control absoluto de la lengua.
©F.Basallote
Publicado en Papel Literario, 10/03/2011

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