sábado, 23 de febrero de 2013

RESEÑAS I - POETAS ANDALUCES. Raquel Rico, "Resplandor"



RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES
RESPLANDOR de RAQUEL RICO









RESPLANDOR de RAQUEL RICO
Renacimiento. Sevilla, 2011


Raquel Rico ( Málaga, 1948). Es profesora de Historia del Derecho en la Universidad de Sevilla y autora de diversos libros de su especialidad.  Como poeta ha publicado Conciencia del instante (Dendrónoma, Sevilla, 1984), Miradas (Quasyeditorial, Sevilla, 1993), De par en par (Pre-Textos, Valencia , 2000) y Miscelánea Italiana (Signum, Edizioni d’Arte, Milán 2005). Ha participado en los libros colectivos Poetas en el Aula (1995), Palabras sin Fronteras - I Encuentro de Escritores Huelva-Algarve (2002), A un poeta futuro (2003), Palavras sem Fronteiras – IV Encontro de Escritores de Algarbe-Andaluzia (2006) y  está antologada en Poesía Viva de Andalucía., de la Universidad de Guadalajara. México, 2006. Ha obtenido, entre otros, los premios Nacional María Espinosa y Luís Cernuda.  


Tiene  Resplandor, tres partes: A dos voces, Dos amores me habitan y Lugares. Los poemas de A dos veces, están inspirados en los Sonetos de Shakespeare , según la autora: “Los poemas incluidos en “A dos voces” son el resultado de un reto: utilizar  alguno de estos versos como temática de mis propios poemas. En ellos las palabras de Shakespeare se integran en el texto o son la cita que lo justifica.”. Los sonetos referenciados son los números 10,17, 52, 57, 58, 65, 71, 92 y 147.De algunos,como es el  caso del soneto 52, los versos del poeta inglés sirven de inicio: “Como un cofre es el tiempo en que tú estás ausente.”, en otros como es el 58, los versos están incluidos en el poema:  “…porque  viví contigo/ la certeza más alta, esperar es lo mío/  y en ti mi confianza “, mientras que en otros como es el soneto 97, está presente sólo como versículo que ha inspirado el poema, en este caso “¡Oh, que frío en los huesos y qué días más oscuros!”, servirá para inspirar el poema [ De un pasado que mata…], en el leemos “…Hiela el frío la savia/ barre el viento las hojas./ Su recuerdo es espina,…”.


Dos amores me habitan, toma el título a su vez del soneto 144 de Shakespeare :”Dos amores  me habitan, uno es paz y otro es llanto,/ como sombras que acuden a tentarme sin tregua.” . Y ese tormento llamado amor , o desamor en este caso, ausencia, desolación se hace presente en estos poemas en los que la poesía de Raquel Rico torna a los tiempos primeros  y en el hermoso poema  “[Oscuro, insomne, herido y memorioso]…”  cuyo nombre rotundo procede del poeta  Servando Meana, en citación de Felipe Benitez,  constituyendo el primer verso del mismo en el que  la poeta explica el daño de esos cuatro adjetivos  por “ …el amor que tuve y ya no tengo.”, y afirma dolorida que “ La ausencia es un espejo/ sin reflejo,/ es negación total,/ ojos cerrados/ y labios que, sin labios,/ carecen de palabras./…”, siendo el presente memoria  que “…En el dolor germina/ la conciencia y ahora soy/ quien cultiva en el vacío/ sólo una flor de cólera /y orgullo.”


La tercera parte, Lugares, es un hermoso cuaderno de viaje en el que la emoción deja su impronta en los sitios que su sensibilidad evoca: “ Un hotel con hortensias/ a la orilla del Arno/ y este jardín/ en el que, un año más, brillan con dorada inocencia / las hojas renovadas, / me bastan/ para sentirme en paz/ con lo vivido.”.  Paisajes e instantes, como “Atardecer sobre el Arno”,: “…Caía la luz/ con densidad de agua/ y el agua reflejaba/ su rosado fulgor/…” , o sensaciones  como en “Marina de la casa”: “El mar era un sonido/ un respirar constante/ a orillas de la casa/…” o en “Cita en Santiago”, donde a la sensación de la lluvia se une el látigo mordaz de la memoria: “ Era entonces la lluvia/ un repiqueteo de campanas,/ una bandada de paraguas/ que abrían/ y cerraban las horas, / el breve tiempo del amor./…”.   Para concluir que “Hay olores, sonidos/ que aún pueden conmoverme/….”, como un leve resquicio para la esperanza.


Un hermoso y trabajado libro, silencioso, sin alharacas ni vehemencias falsas, antes bien hecho a la medida del sentimiento y con un arte mesurado en el que ritmo y medida ponen el contrapunto a una poesía interiorizada que en la calma de lo evocado se extiende con el suave resplandor de un ocaso de otoño.



©F.Basallote
Publicado en Papel-Literario, 11/04/2012

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